Actualmente son muchos los cambios que viven las organizaciones desde el contexto económico y social, por ello el desarrollo organizacional se vuelve un desafío. Las compañías se enfrentan a procesos de cambio y evolución de manera constante siempre buscando adaptarse y direccionar sus procesos al mejoramiento de las condiciones de la organización.

En estos procesos de cambios conscientes en las organizaciones se debe tener conocimiento real del contexto actual que los rodea, del entorno, las características internas, externas y la trayectoria. El conocimiento de estas permite tomar las decisiones adecuadas y prepararse con herramientas que soporten estos cambios, que aporten al crecimiento y al resultado esperado de la organización, por su puesto sin olvidar, el bienestar de los colaboradores.

Para iniciar cualquier cambio en una organizaciones hay que comenzar con un diagnóstico organizacional que permita evaluar el funcionamiento y detectar las áreas de mejora de la organización, por ejemplo aplicar el análisis DOFA o FODA, el cual debe acompañar o dirigir un profesional experto, y así encontrar las oportunidades, debilidades y amenazas de la organización con el objetivo de conocer a profundidad el entorno y las características internas que hay dentro de ella.

El desarrollo organizacional tiene dos requisitos indispensables:

1. Acceder a datos relevantes o información precisa y actualizada de la organización.
2. La participación de las personas que hacen parte de la organización, no solo de quienes toman decisiones, sino que debe ser un proceso planeado que busque incrementar los niveles de productividad y competitividad, tanto de las personas como de la organización.

Para el proceso de diagnóstico se debe tener en cuenta los elementos fundamentales de la organización, como:

1. Análisis interno de cultura, estructura organizativa, procesos internos y recursos disponibles para realizar procesos de cambio.
2. Análisis externo como entorno competitivo, tendencias del mercado y los cambios legales.
3. Y como último y no menos importante, un análisis de los recursos humanos teniendo en cuenta la satisfacción, competencias que tienen las personas, tanto técnicas como personales y la compensación de estas.

Para llevar a cabo estos procesos con eficiencia existen varias estrategias o métodos para recolectar la información que servirán de insumo para el diagnóstico organizacional, como entrevistas o encuestas, herramientas que posibilitan obtener información des diferentes fuentes previamente segmentadas que nos aportarán los datos necesarios para la toma de decisiones.

El desarrollo organizacional y sus diferentes etapas tienen como finalidad un cambio de creencias, actitudes, valores y estructuras organizacionales, que le permitan a las compañías una mejor adaptación y evolución en el entorno empresarial.

Cada vez más líderes toman conciencia de la importancia de realizar proyecciones empresariales que comiencen con cambios desde adentro, con una visión clara y estratégica de sus objetivos, que logren conectar con la cultura de sus colaboradores para que estos cambios sean sostenibles en el tiempo.

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